domingo, 6 de octubre de 2013


Aquí os dejo un análisis de la obra El sí de las niñas.

COMENTARIO OBRA LITERARIA SIGLO XVIII: El sí de las niñas

La obra El sí de las niñas es una obra literaria perteneciente al género teatral escrita en 1801 por Leandro Fernández de Moratín, máximo representante del Neoclasicismo literario español. Este movimiento supuso una vuelta al mundo greco-latino así como una defensa de la educación como base de todo progreso. Por ello, las obras literarias de este período van a tener una clara intencionalidad didáctica. Europa y España, en esta época, sufren  graves conflictos sociales, guerras, revoluciones…que van a desembocar en una transformación del pensamiento y de la política; transformación que se conoce con el nombre de Ilustración.

Esta obra se escribe en pleno período ilustrado por lo que se adecua a las características dictadas por el neoclasicismo: verosimilitud, la obra presenta una historia posible con personajes reales; respeta a la perfección las tres unidades clásicas, la obra se desarrolla en una posada de Alcalá de Henares, entre las siete de la tarde y las cinco de la mañana del día siguiente;  intención didáctica, pero con disfrute del público y criticar las costumbres y la educación de la época; en este caso, Moratín va a criticar la educación que se daba a los jóvenes a quienes se les exigía obediencia plena y también se ataca el abuso  de autoridad de algunos padres egoístas. El registro utilizado es el coloquial, sencillo, con toques de humor por parte de los criados. Esta obra, además, presenta numerosas acotaciones en las que se dan pistas para la puesta en escena.

La base del argumento de esta obra es el matrimonio de conveniencia, pactado por interés a pesar de la diferencia de edad, entre don Diego y doña Paquita. La joven aunque está  enamorada de don Carlos, es capaz de renunciar a sus sentimientos y actuar hipócritamente pues así la han educado. La razón, el pensamiento ilustrado, triunfa al final y tras el descubrimiento de la verdad  y una profunda reflexión de don Diego, hombre justo y prudente, se produce  un desenlace feliz.

Hoy día es impensable una obediencia igual de los hijos a los padres en la cultura occidental. No se puede decir lo mismo, por ejemplo, de la cultura asiática o la religión musulmana, en las que el abuso de autoridad impera no solo de padres a hijos sino también de los poderes políticos y religiosos y del hombre sobre la mujer.

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